Miércoles 11 de septiembre. La Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), a través de la Dirección de Políticas Públicas para el Desarrollo y Protección Social, con la Dirección General del Adulto Mayor, realizan la socialización de los avances de la Política Nacional de Protección de Personas Adultas Mayores.
El objetivo es incorporar posibles observaciones a la Política que sean acorde con el mecanismo de operatividad, para la mejora de su funcionamiento, encaminados al logro de resultados más sostenibles.
El Gobierno de la presidenta Xiomara Castro, prioriza el fortalecimiento de las condiciones de vida de las personas adultas mayores, mediante un sistema de salud adaptado a una gestión eficiente. Desde la DIGAM, se ha logrado realizar una socialización de la “Ley Integral de Protección al Adulto Mayor y Jubilados”, en diversos departamentos del país.
“La SEDESOL por instrucciones de la Presidenta Xiomara Castro De Zelaya, viene trabajando lineamientos claros para abordar de forma transversal, con beneficios y garantías en derechos humanos la política de personas adultas mayores”, expresó la Viceministra Mirtha Gutierrez.
En Honduras, 3 de cada 10 personas adultas mayores viven en pobreza extrema y 7 de cada 10 sufren enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes o artritis, por la pobreza y la edad, la mayoría tiene grandes dificultades para acceder a los servicios de salud.
Esto refleja la importancia de políticas públicas y programas específicos para garantizar el bienestar y la inclusión social de las personas mayores, destacando la necesidad de un gobierno que priorice sus necesidades en la agenda nacional.
Según la Encuesta de Población de Hogares y Propósitos Múltiples (EPHPM), aproximadamente 1,300,516 personas adultas mayores representan alrededor del 13% de la población actual (INE, 2023).
Las proyecciones indican que para 2050, las personas mayores de 60 años constituirán el 31% de la población, frente al 18% estimado para 2030. En cuanto al empleo, 435,310 personas mayores (11% de la fuerza laboral) están trabajando o buscando empleo, con un desequilibrio significativo entre hombres y mujeres.
Además, el 35% de las personas adultas mayores empleadas, experimentan subocupación debido a la insuficiencia de horas o ingresos (INE, 2023). El 11% de los hondureños son personas adultas mayores, aproximadamente un millón de personas (serán casi dos millones hacia 2050).